La solución provisional podría ralentizar los ordenadores hasta un 30%
Intel ha comenzado el año igual de mal que terminó el pasado: con un grave fallo de seguridad en sus microchips. Pero en esta ocasión la vulnerabilidad descubierta es mucho más grave debido a que afecta a todos los chips fabricados en la última década. Esto significa miles de millones de ordenadores que deberán acogerse a una solución provisional mediante software ya que parece no existir ningún parche capaz de arreglar el problema en el origen.
Lo peor de a solución propuesta es que requiere modificar el kernel (núcleo) del sistema operativo del ordenador. En las primeras pruebas esto ha generado una ralentización del ordenador de hasta un 30% lo cual es un problema importante.
En Linux ya están trabajando en ello y desde Microsoft aseguran que tendrán una actualización la próxima semana. Apple aún no se ha pronunciado, pero igualmente tendrá que ofrecer una actualización en breve. Y es que todos los principales sistemas operativos están afectados ya que todos usan procesadores Intel en el interior de sus equipos. En cualquier caso un rediseño del kernel no es algo ni fácil ni rápido y sí muy comprometido.
Los detalles del error no e han hecho públicos aún por parte de Intel, ya que esperan que se pueda encontrar una solución a nivel de kernel, antes de que los ciberdelincuentes puedan aprovecharse de ello. Pero sin duda debe de ser un fallo muy grave en el diseño del firmware, y que además se ha mantenido durante 10 años dentro del sistema sin que nadie lo haya solucionado.
Por lo que se ha podido saber el error, que afecta al control entre el kernel de los sistemas operativos y la CPU, permite que algunas aplicaciones tengan acceso a procesos para los cuales no están autorizados. Esto significa que algunos programas podrían tener acceso a información de sensible de seguridad personal que se almacena en el kernel. En resumen, permitirían acceder a una zona donde se guardan todos los ‘secretos’ del usuario -claves, cuentas bancarias, etc.-