Los ingresos de Samsung en el segundo trimestre han aumentado un 21,6% con respecto a las mismas fechas del año pasado, pero sus beneficios -unos 59.000 millones de dólares – han disminuido ligeramente con respecto al primer trimestre, señala The Wall Street Journal. La demanda de aparatos, incluidos los teléfonos inteligentes de Samsung, está cayendo mientras los consumidores soportan la inflación y una economía incierta. La empresa surcoreana, que fabrica sus propios productos tecnológicos y suministra piezas a otras compañías, envió menos chips de memoria de lo previsto y dijo que esperaba cubrir futuros pedidos con el inventario existente.
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